El clasicismo.
El siglo XVIII fue un siglo lleno transformaciones sociales. Bajo el controlado de la resistencia a un cambio impuesto por los regímenes absolutistas europeos los cuales estaban basados en un desigual reparto de derechos y privilegios entre la nobleza, el clero y el tercer estado, la sociedad experimentó el irresistible ascenso de unas clases medias urbanas que traían
nuevos valores e ideas basados en la razón, el mérito y la justicia.
La burguesía no fue solo el principal motor del movimiento ilustrado, los avances científicos o la religiosidad
de la sociedad durante el siglo de las luces, sino que desarrolló nuevos códigos
culturales que ejercieron una decisiva influencia en la evolución de los
estilos musicales y que en la historia musical ha englobado dentro del
concepto denominado Clasicismo. El género que predomino durante esta etapa de la
historia y tuvo mayor revelación fue la música de cámara. Las sociedades filarmónicas
y la ópera popular también alcanzarían el auge más tarde.
La aparición de la música de cámara y la decadencia del bajo
continuo:
La música de cámara tuvo en la burguesía un gran público. Su
expansión y adaptación a las leyes del mercado durante el siglo XVIII fue el
principal responsable de la decadencia del bajo continuo el cual exigía al músico un conocimiento de
la armonía y un dominio de la improvisación muy alto, y del nacimiento del
denominado estilo clásico, un estilo caracterizado por el predominio de una melodía
principal cantable, la regularidad de las frases musicales y la sencillez de la
armonía, basada en las tres funciones básicas (tónica dominante y subdominante).
La sencillez del nuevo estilo es la responsable del nacimiento del término “barroco”, utilizado para degradar el gusto anterior, considerado ahora como recargado y complicado.
Comentarios
Publicar un comentario